viernes, 9 de septiembre de 2011

4.- LA LEY ISLÁMICA- LA SHARÍA (*)

El Corán es "para los musulmanes" el código moral, civil y penal.
El conjunto de normas del Corán para regular la conducta de los creyentes constituye la Ley musulmana o Sharia. Es la expresión de la voluntad de Alá, Él la ha revelado y Él es el único legislador; sólo precisa ser interpretada y aplicada.

La Sharia reglamenta la vida del musulmán en la triple calidad de creyente, hombre y ciudadano de un Estado teocrático. La Sharia es un “derecho revelado” y, por tanto, inmutable. Su fuente es la sabiduría divina.

Los ulemas son teólogos y jurisconsultos dedicados al estudio e interpretación de la Sharia. Para la interpretación se basan en las raíces de la misma Sharia, que son: El Corán, la Sunna o Tradición, la “analogía”, que permite resolver los problemas por sus semejantes, el “consentimiento universal” o unanimidad de los expertos en la interpretación, y, por último, el “juicio humano” u opinión personal del experto.
Entre los ulemas ocupan una categoría especial los muftíes, intérpretes de la Ley, encargados oficialmente de solucionar los problemas o dudas que les planteen. El cadí o juez titular de un juzgado, es escogido entre los ulemas.

La Mezquita
La mezquita es el templo islámico; en los primeros tiempos era un simple patio rectangular a cielo abierto; con el tiempo se convirtió en edificio cubierto, con una capilla (mihrab) en una de sus paredes para indicar la dirección en que debían dirigirse las oraciones, con una fuente para las abluciones y con el “minarete” o torre para que el almuédano pudiera anunciar las horas del rezo a los creyentes.
El santuario de La Meca y la mezquita de Mahoma en Medina fueron los modelos iniciales. En sus conquistas los árabes establecieron contacto con pueblos de gran técnica arquitectónica (romanos, sirios, bizantinos, persas, hindúes, egipcios, etc) y asimilaron distintos elementos que les permitieron sus maravillosas obras de arte
Esto también se reflejó en la construcción de sus mezquitas, se aprovecharon templos de otras religiones o elementos de los mismos y las mezquitas pasaron a ser edificios grandiosos, bellos y decorativos.

El culto islámico
Al principio, los seguidores del Islam cohabitaban, en el Hadjaz, con las tribus de pastores y beduinos y con las sectas judeo-cristianas. En un momento dado, Mahoma rompió sus relaciones con los judíos. Dos cosas que dan fe de este rompimiento:
Una, el cambio de orientación durante la oración, hasta ese momento se rezaba orientándose hacia Jerusalén, después mirando a la La Meca.
Otra, el cambio del día de la oración; antes se hacía en sábado siguiendo la costumbre judía y después se pasó al viernes, el cual quedó consagrado como el día santo de la oración musulmana.
El viernes es el día destinado a la oración solemne en la mezquita, presidida por el propio califa en persona, por el imán o por algún creyente notable.
Los musulmanes no tienen sacerdotes y carecen de liturgia. El almuédano o servidor de la mezquita no precisa ninguna formación especial, sí debe conocer perfectamente la lengua árabe, ya que, desde el minarete, debe convocar a los creyentes a la oración.

Fiestas del calendario islámico
La fiesta del Sacrificio, en recuerdo del sacrificio de Abraham, padre de los árabes. Con ocasión de esta fiesta tiene lugar la peregrinación al santuario de la Caaba. Durante ella se rezan las “letanías”, se intercambian dones, regalos y visitas, especialmente entre los parientes, y se sacrifica un cordero, el cual se come y del que se debe dar a los pobres.
La fiesta del rompimiento del ayuno. Tiene lugar al final del mes de Ramadán
La fiesta de la Hégira o del Año Nuevo. Es el comienzo del año islámico
La fiesta del nacimiento del profeta.

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