domingo, 11 de septiembre de 2011

15.- LA MUJER EN EL ISLAM (*)


El chador
Visión de conjunto:
La sharia, considerada eterna por creer que fue inspirada por Alá, es aplicable de forma muy diferente en los diversos tiempos y lugares. En los catorce siglos de su existencia, el Islam ha penetrado y conquistado los diversos países mediante el uso de las armas.
En el proceso de islamización de los países se produjo una interacción, lo islámico transformó la cultura local en unos aspectos y en otros lo local pasó a vivirse como si fuese islámico o, simplemente, desapareció.

Aspectos concretos
El total dominio del varón sobre la mujer es el aspecto fundamental al tratar de la mujer en el Islam.
El hombre interpreta el Corán y la Sharia, el hombre hace la guerra, el hombre impone la aplicación de sus interpretaciones en lo religioso y en lo político, en lo público y en lo privado. 
El hombre compra y es el dueño absoluto de todo, incluidos la esposa (o esposas) y los hijos. 
El hombre exige a la mujer sumisión y dedicación plena a las faenas el hogar, a la educación de los hijos y a “contentarle”.
En relación con la mujer, el mundo musulmán está mayoritariamente anclado en la Edad Media. Los hombres no otorgan a las mujeres unos derechos que consideran propios.

Pequeños avances
Siendo éste el cuadro general, son varios los países islámicos en los que la mujer ha logrado cotas de libertad; en algunos ha accedido a la Universidad y a puestos de relevancia social.
La mujer musulmana tiene un largo recorrido por hacer, muy parecido al que hizo la mujer occidental en los dos últimos siglos.
No se trata de que la musulmana renuncie a los valores que considere propios de su cultura y acordes con los derechos humanos de todas las personas, tampoco se trata de que copie a la mujer occidental, pues en algunas cosas es opuesta a la cultura musulmana, sino que debe producirse una selección. No todo lo musulmán es desechable, ni todo lo occidental aceptable.
El dominio del varón se manifiesta en toda la vida de la mujer musulmana, sólo quiero destacar algunas prácticas que, por escandalosas, llaman más la atención.

Prácticas escandalosas a destacar

La lapidación: Ya fue aplicada por Omar, uno de los primeros califas del Islam. En la actualidad la aplican aquellos países o regiones en los que los ulemas, intérpretes de la Ley, imponen su concepción rigorista de la Sharia.
Es triste constatar la enorme desigualdad entre el hombre y la mujer. Al varón infiel o adúltero nada se le reprocha, a la mujer se le condena a morir apedreada.

La ablación: Es una costumbre islámica generalizada. Es la extirpación o corte de parte o partes de los genitales externos de la niña. Hay varias modalidades: extirpación total o parcial del clítoris, de los labios menores o de los labios mayores de la vulva, dejando un pequeño orificio para la salida de la orina y de la sangre menstrual (infibulación).
La ablación está destinada a controlar la sexualidad de las mujeres, es un mecanismo de opresión con graves consecuencias físicas y psicológicas, como la pérdida del apetito y del placer sexual, el dolor en el coito, las infecciones pélvicas, la muerte por hemorragia durante la ablación y la muerte de la madre o del feto por dificultad en el parto, por causa de la infibulación. (1)

El hijab, el chador y el burka.
El hijab significa un pañuelo que cubre la cabeza, puede ser de diferentes colores y llevarse con cualquier vestido, falda o pantalón amplio que no muestre las formas corporales, suele llevarse en el Magreb y en países de Oriente.
El chador es una prenda de color negro que cubre todo el cuerpo, incluyendo la cabeza, deja visible la cara o la tapa con un velo. Es típico de Irán y ajeno a las tradiciones norteafricanas.
El burka es típico de Afganistán, cubre todo el cuerpo con una abertura para los ojos, en forma de rejilla.

(1) Véase el tema 19: La ablación de Waris Dirie

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